El sabio Frestón: una ficción dentro de la ficción
«Es un sabio encantador, grande enemigo mío, que me tiene ojeriza,
porque sabe por sus artes y letras que tengo de venir, andando los tiempos, a
pelear en singular batalla con un caballero a quien él favorece, y le tengo de
vencer, sin que él lo pueda estorbar, y por esto procura hacerme todos los
sinsabores que puede» (Cervantes, Quijote, I, 7).
La inclusión del sabio Freston en la novela es un juego de Cervantes en
su misión de “dar muerte a las novelas de cabellera”, ya que este personaje es
descendiente de Arcaláus el Encantador, un mago opositor de las novelas de
Amadís de Gaula. Freston se presenta en El Quijote como el ladrón de los libros
de la biblioteca de nuestro ingenioso hidalgo, y tiene como misión no permitir
que don quijote se enfrente a un caballero a quien el mago le favorece. Frestón
es un personaje mencionado dos veces en la novela, pues luego de ser acusado
por la sobrina de don Quijote de haber robado los libros de su tío -que fueron
quemados en una hoguera-, más adelante el mismo Quijote le echa la culpa de
haber convertido en molinos de viento los gigantes con los cuales él se había
enfrentado en su primera salida.
¿Para que fue mencionado este personaje? Con la simple intención de que
don Quijote no pusiera en marcha otra salida y su locura aminorara, pero creo
que a la sobrina del ingenioso hidalgo de La Mancha le salió el tiro por la
culata porque, no creo que mencionando un personaje ficticio como si fuera
real, a alguien que muchas veces confunde realidad y ficción, sea un buen
método para la mejora del ceso. En fin, Freston es presentado como lo que es:
un descendiente de mago malvado, cuya misión es impedir el engrandecimiento del
quijote. Y es un personaje ficticio dentro de la ficción del Quijote, pues
nunca lo vemos aparecer. Lo describen, mencionan sus acciones, pero aun así
nunca aparece y en la novela se nos da a entender que no existe.
JoGHer 2016
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