«De manera que en nada hallaba descanso, salvo en la muerte, que yo también para mí, como para los otros, deseaba algunas veces; mas no la vía, aunque estaba siempre en mí.»
Anónimo. Lazarillo de Tormes (Tratado segundo. Pág 84). Primera edición, 2000. Alianza Editorial.
El degradamiento moral de Lázaro lo mantiene en un constante roce con el último escalón social, de tal modo que el mismo se encuentra en un balanceo vertiginoso entre la muerte y la miseria. El pícaro se ve en la necesidad de usar su ingenio para sobrevivir y esto es lo más importante para él. A medida que va descendiendo se le ve más cercano a la degradez humana ya que logra sustentarse mediante migas de pan y mendicidad. Si la muerte tomase un lugar inminente en la historia, Lázaro no podría conocer los diferentes matices existentes en su sociedad y no hubiese sido capaz de alcanzar la experiencia necesaria para presentarnos su falsa autobiografía.
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