Don Fernando

Don Fernando es un personaje bastante curioso dentro del mundillo del Quijote. Se nos introduce como un personaje dentro de la historia particular de Cardenio, como el malo y traidor de buen linaje, y de pronto se entromete en la historia del propio Quijote, pasando de malo sin moral, a malo apasionado y por último a cabal arrepentido y luego a noble curioso (cuando estando en la venta participa en tantos cuentos, bromas, disputas y engaños).

Este cambio de facetas de don Fernando, además de ser el factor perturbador en la historia de Cardenio, Luscinda y Dorotea, lo hacen a mi parecer un personaje que vale la pena observar.

Sobre todo porque ilustra lo que se habló en clases: la complejidad psicológica de los personajes de Cervantes. Aunque en los primeros trazos, nos pinta Cardenio a don Fernando como un bribón, luego Cervantes con su escritura logrará mostrarnos aspectos de este personaje que lo hacen más completo, contradictorio en sus actos como lo son los seres humanos. Después de enterarnos lo que hace con Dorotea uno no deja de pensar que el tipo es un simple vividor, pero cuando se encapricha con Luscinda y más aún cuando la trata de matar, la persigue hasta un monasterio y la secuestra se da uno cuenta que más que un bribón, don Fernando es un galán con un gran orgullo, fácil de herir. Pero no será todo lo que descubramos de don Fernando. En el encuentro que tienen Cardenio, Luscinda, Dorotea y él en la venta, don Fernando se convierte en un personaje ambiguo, al punto de que uno no entiende al principio porque si se empeñó tanto por Luscinda como la deja tan fácilmente ante su encuentro con Dorotea. Sin embargo, luego se nos da a entender que en aquella situación le pareció a don Fernando muy conveniente que Cardenio se quedara con Luscinda y Dorotea en su lugar se le echara a los pies. Pero no fue sólo por astucia que don Fernando se queda con Dorotea. Después de que Dorotea le llora y le ruega que la acepte como suya (porque hacerla suya, pues, ya lo había hecho) se cuenta en la novela lo siguiente:

"[Don Fernando] lleno de confusión y espanto, al cabo de un buen espacio que atentamente estuvo mirando a Dorotea, abrio los brazos y dejando libre a Luscinda, dijo:
- Venciste, hermosa Dorotea, venciste; porque no es posible tener ánimo para negar tantas verdades juntas."

¿Podemos decir que don Fernando es un simple bribón? ¿Un bribón que de la caja de personajes arquetipales se sacó Cervantes de la manga para hacer la historia de don Fernando, Luscinda, Dorotea y Cardenio? No, que haga bribonadas es una cosa, pero también es capaz de hacer cosas que atribuimos a otro tipo de personajes. Su comportamiento posterior en la novela nos demuestra que también puede hacer el papel de entrenido hablador, que es una persona curiosa, inclusive que es caballeroso.

Estos personajes que no son siempre iguales, como don Fernando o, mejor aún, como Camila, son una de las cosas maravillosas que le dan chispa a la narrativa de Cervantes. Esa idea de querer siempre sorprender, de enrevesar siempre las cosas de manera novedosa e inesperada, hacen del Quijote un libro que te cuesta soltar por querer saber siempre qué cosa puede pasar, qué personaje puede reaparecer para complicar las cosas o qué puede descubrir Sancho que ponga en duda a su amo o qué invento pueden tramar para engañar a Don Quijote y así etcétera, etcétera.










































Me copio de Elisa. Aquí una ilustración de Doré en la que aparece Don Fernando jurándole a Dorotea, delante de Cristo, que se casará con ella.

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