Capítulo XX: Las bodas de Camacho. Página 699 en la Edición de la RAE

(...) Sobre un buen cimiento se puede levantar un edificio, y el mejor cimiento del mundo es el dinero.

- Por quien Dios es, Sancho - dijo a esta sazón Quijote - que conluyas con tu arenga, que tengo para mí que si te dejasen seguir en las que comienzas, no te quedaría tiempo ni para comer ni para dormir.

- Si vuesa merced tuviera buena memoria - replicó Sancho - debiérase acordar de los capítulos de nuestro concierto antes de que esta última vez saliésemos de casa: uno de ellos fue que me había de dejar hablar todo aquello que quisiese, con que no fue contra el prójimo ni contra la autoridad de vuesa merced; y hasta ahorame parece que no he contravenido contra el tal capítulo.

- Yo no me acuerdo, Sancho - respondio Don Quijote - del tal capítulo; y puesto que sea así quiero que calles y que vengas, que ya los instrumentos que anoche oímos vuelven a alegrar los valles y sin duda los desposorios se celebrarán en el frescor de la mañana y no en el calor de la tarde.

Comentarios

  1. Hola Yarelvy,

    ¡Muchas gracias! Muy interesante la referencia aunque lo es más si la leemos fuera de contexto. Sancho se refiere a las "cláusulas" de su acuerdo, de las condiciones que puso Sancho para la nueva aventura. Igual se presta a una ambigüedad muy interesante, un posible juego metaficcional.

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