Dorotea, la princesa Micomicona
Dorotea-De
aquí me levantaré, ¡oh valeroso y esforzado caballero!, fasta que la vuestra
bondad y cortesía me
otorgue
un don, el cual redundará en honra y prez de vuestra persona y en pro de la más
desconsolada
y agraviada doncella que el sol ha visto. Y si es que el valor de vuestro
fuerte brazo
corresponde
a la voz de vuestra inmortal fama, obligado estáis a favorecer a la sin ventura
que de
tan
lueñes tierras viene, al olor de vuestro famoso nombre, buscándoos para remedio
de sus
desdichas.
(I, 29)
Ahora
bien, ¿en qué consiste esa facilidad de
palabra y ese arte de narrar de Dorotea? Según Francisco Ramírez en “Dorotea o
los caminos de la libertad”, dice, que tiene tres momentos en los cuales su
elocuencia alcanza el mayor esplendor, de todo lo que es ella, además, de
hermosa e inteligente: su discurso de presentación ante el cura, el barbero y
Cardenio (I, 28), la representación de la historia de Micomicona (I, 30) y su
segundo discurso en la venta (I, 36) dirigido directamente a don Fernando, y de
manera indirecta, a la gente reunida en la venta (el cura, el barbero, Sancho,
el ventero y su familia, Cardenio, Luscinda y los acompañantes de don Femando).
En relación al primer discurso, Márquez Villanueva apunta en “Personajes y
temas del Quijote”; Unas veces es la misma Dorotea quien dice sin decir, con
perfecto cálculo. Pero, en muchos otros casos, con juego aún más refinado por
parte de Cervantes.
En
torno a la historia de Micomicona, Salvador de Madariaga señala en, “Guía del
lector del Quijote” atinadamente que "bueno será apuntar que Pandafilando
es una creación no sólo de Cervantes, sino también por parte de Dorotea" (71). Y más
adelante añade; "De aquí el encanto de su interpretación de Micomicona,
debido a la naturalidad con la que entra en el papel fingido con todo su ser
real; su juvenil aplomo lindero con la desenvoltura, y, sin embargo, dentro de
la honestidad, su sentido y discreción, su delicioso humorismo, a la vez de
dulce" (77). Así, su talento es tan impresionante de como entra en el papel,
siendo tan verosímil, todos quedan impactados de cómo es creíble lo que dice,
Don Quijote y Sancho, le creen su historia, fue tan perfecta que no hubo ni un
cabo suelto en su discurso y la historia contada, por parte de ella. Pero el
mismo crítico admite que "donde más sobresale el talento de Dorotea es en
la escena culminante de su aventura, su inesperado encuentro con don Fernando y
Luscinda" (79). Este segundo discurso representa el momento climático de
las relaciones no sólo entre Dorotea y don Fernando, sino también entre
Luscinda y Cardenio. Si Dorotea no logra persuadir a don Fernando de aceptarla
a ella como esposa, siendo tan dulce e inteligente, como se esfuerza en lograr
que la elija a ella, en vez de a Luscinda, el enfrentamiento entre él y
Cardenio, con su eventual derramamiento de sangre, es inevitable. En efecto,
Dorotea está ante una situación de vida o muerte, poder lograr convencer a don
Fernando, ser capaz de persuadirlo a través de palabras, todo con inteligencia,
algo romántico, lleno de convicción por parte ella. Consciente de eso y de que
ésta, es muy probablemente su última oportunidad, para conquistar a don
Fernando, Dorotea no tiene otra opción más que jugarse su mejor carta, a través
de palabras. A estas alturas, don Fernando conoce el linaje, la familia, la
riqueza, todo lo que Dorotea tiene, aun así, logra convencerlo a través de su
inteligencia, lleno de palabras, talento que hace conquistar de nuevo a su
amado.
Herlaudy González
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