La “Hécate” de la Mancha: Dulcinea del Toboso, la diosa tripartita.
“- Todo el mundo se tenga, si todo el mundo no
confiesa que no hay en el mundo todo doncella más hermosa que la emperatriz de
la Mancha, la sin par Dulcinea del Toboso”
Dulcinea
del Toboso, un personaje ficcional e incorpóreo formado por la imaginería del
ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, e inspirado por una labradora
llamada Aldonza Lorenzo, es un personaje verdaderamente curioso, porque a pesar
de que no se presenta “físicamente” en la obra, es moldeado y dibujado mediante
las constantes referencias y aire de divinidad que le confiere nuestro hidalgo.
Don
Quijote está convencido de que “la señora de sus pensamientos” Dulcinea del
Toboso es un numen, un ideal de belleza, que él utiliza como el motor de sus
hazañas y la depositaria de la gloria obtenida en sus múltiples aventuras. Don
Quijote ofrece sus victorias y toda su honra a Dulcinea, tal cual como lo
hacían los caballeros de antaño con sus señoras.
Este
numen tiene una triple faceta, que se crea por la distorsión ficcional que
resulta del juego de puntos de vista que hay a lo largo de la novela. Aldonza
Lorenzo una moza labradora que vivía “en un lugar cercano al suyo”, se ve
transformada en una bella doncella depositaria de toda gracia y gloria, como el
Quijote la llama “Señora de sus pensamientos”. A lo largo de la primera parte
Dulcinea cumplirá cabalmente con el papel de señora de nuestro caballero
andante, quien luchará en su nombre, le dará sus victorias y le pedirá consuelo
cuando lo necesite. A pesar de todo ello, Dulcinea no tiene conciencia del
papel exaltado que está desempeñando en la obra.
En la
segunda parte, la bella Dulcinea se ve transformada en una labradora del más
bajo talante “no muy bien parecida, con la cara redonda y chata”, que según
Sancho Panza es hechizada por un grupo de encantadores para engañar a su señor.
Cuando
nuestro hidalgo es llamado a la vida pastoril y de campo (Segunda parte:
Capítulo LXVII) el afirma que está libre de buscar nombre a una pastora fingida
poruqe cuenta con la sin par Dulcinea del Toboso “Gloria destas riveras, adorno
destos prados, sustento de la hermosura, nata de los donaires, y, finalmente,
sujeto sobre quien puede asentar bien toda alabanza, por hipérbole que sea.”
Aquí
vemos cómo la figura de dulcinea forma una triada entre el juego realidad-
ficción, donde la “real” Aldonza Lorenzo toma la figura de una doncella
cortesana sin par llamada Dulcinea del Toboso; En una labradora del más bajo
talante y no muy bien parecida, por culpa de un embrujo; y en una pastora ideal
depositaria de toda alabanza y gloria.
José Gregorio Castillo Kienzler
Bibliografía
De Cervantes, M. (2005). Don Quijote de la Mancha.
Caracas: Santillana.
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