El hambre que no mueve
“Yo
he tenido dos amos: el primero traíame muerto de hambre y, dejándole, topé con
estotro, que me tiene ya con ella en la sepultura. Pues si deste desisto y doy
en otro más bajo, ¿Qué será sino ferecer?”.
Este
fragmento me llamó la atención porque si bien es cierto que el hambre es la
gasolina que hace que Lazarillo actúe, también hace que prefiera no hacerlo. El
dejar de actuar no por la debilidad que le produce el hambre, si no por la
reflexión que esta le acarrea. Es como si el hambre derivase en temor, en temor
a pasar más hambre de la que ya pasaba. Su temor a morir de hambre era tal que
prefirió quedarse con el clérigo, a buscar suerte con otro amo, que según lo
que pensó podría traerle muchas más penurias de las que ya pasaba.
Anagabriela Padilla.
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